domingo, 29 de julio de 2007

Cuentos tradicionales japoneses: Momotarô - 日本の昔話 ・桃太郎


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(C) 2007 Marina Romera para Katsu House
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Hace mucho tiempo, en una aldea lejana, vivían un anciano y una anciana, que nunca habían podido tener hijos y por eso se sentían muy solos y tristes.

Un día, mientras el anciano recogía leña en la montaña, la anciana fue al río a lavar la ropa. Al cabo de un rato observó que por el río descendía un extraño objeto que le llamó mucho la atención. Sorprendida, comprobó que era un melocotón gigante, el más grande que había visto nunca. Lo sacó del agua y lo llevó a su casa, pensando dárselo a su marido para cenar.

Al llegar a casa el anciano, la mujer le dijo:

"Mira que melocotón tan grande y hermoso he traído para tu cena".

Y el anciano respondió:

"Córtalo por la mitad, y nos lo comeremos entre los dos".

La mujer fue a la cocina, trajo un gran cuchillo, y se disponía a partir el melocotón en dos mitades, cuando de repente, se oyó una voz humana desde su interior.

"¡Esperad, por favor! ¡No me cortéis!"

Ante al asombro de los dos ancianos, el melocotón comenzó a abrirse lentamente por sí solo, y de su interior salió un niño.

"No os asustéis", les dijo el niño. "El Dios de los cielos vio lo solos que estábais, y ha decidido enviarme a mi ante vosotros para ser a partir de ahora vuestro hijo".

El anciano y la anciana, con gran alegría, adoptaron al niño, y como había nacido de un melocotón, decidieron llamarle Momotarô ( 桃太郎 ). Naturalmente, se sintieron muy complacidos y felices de poder criar por fin al niño que siempre habían deseado tener, y le educaron para que llegase a ser un buen muchacho.

Pasó el tiempo, y un día, cuando Momotarô cumplió los 19 años, se acercó a sus padres adoptivos y les habló de la siguiente manera:

"Padre, madre, habéis sido muy amables conmigo y me habéis cuidado muy bien. Ahora que me he hecho mayor, debo agradecéroslo de alguna forma. A lo lejos, en algún lugar del océano, se encuentra la Isla de los Ogros. Allí viven muchos ogros malvados que a menudo vienen a las aldeas de los alrededores para robar a la gente. He decidido ir a esa isla y acabar con los ogros. Por favor, padre, dame tu permiso".

El anciano, con una mezcla de sorpresa y orgullo, dio su permiso a Momotarô. Entre él y la anciana le ayudaron a prepararse con todo lo que necesitaba para el viaje. Le dieron una espada, una armadura y provisiones. Momotarô se puso en camino, no sin antes prometer a sus padres que volvería sano y salvo.


Durante su viaje camino del mar, Momotarô se encontró con un perro de pelaje moteado. Al principio el animal se mostró muy agresivo, empezó a gruñir y a amenazar con lanzarse a morderle, pero nuestro protagonista le ofreció un poco de comida, y le explicó que se dirigía a la Isla de los Ogros. Entonces el perro decidió unirse a él.

Momotarô, acompañado por el perro, siguió su camino, y más adelante se encontraron con un mono. El perro y el mono se enfrentaron y estaban a punto de pelearse, pero Momotarô intervino de nuevo y le explicó al mono el motivo de su viaje. El animal preguntó entonces si podía acompañarles, a lo que el chico dijo que sí y le ofreció un poco de comida. El mono decidió acompañar a Momotarô y al perro en su largo y peligroso viaje.

Los tres siguieron andando, y más adelante, vieron un faisán. El perro y el mono se disponían a atacarle, pero cuando el faisán se enteró que se dirigían a acabar con los ogros, preguntó si podía acompañarlos. Momotarô le dió un poco de comida y el faisán se unió al grupo.

Durante el viaje, con Momotarô al mando, el perro moteado, el mono y el faisan, tres animales que normalmente no se llevan bien unos con otros, acabaron por hacerse buenos amigos. Recorrieron un largo camino hasta que finalmente llegaron al mar. Momotarô construyó una barca, con la que cruzaron el mar en dirección a la Isla de los Ogros. Al avistar la isla, observaron que estaba fuertemente protegida por una fortaleza y vigilada por muchos ogros rojos, azules y negros.

El faisán voló sobre la fortaleza y comenzó a atacar a los ogros guardianes, propinándoles fuertes picotazos en la cabeza. Éstos intentaron golpearlo con sus garrotes, pero el faisán era demasiado rápido y lograba esquivar todos los golpes. Mientras los ogros estaban distraídos, el mono se coló en la fortaleza y abrió la puerta desde dentro. Entonces Momotarô y el perro entraron y se unieron a la lucha.

La batalla fue larga y cruenta. El faisán atacaba a los ogros picándoles en la cabeza y los ojos, el mono les arañaba, el perro les mordía y Momotarô les atacaba con su afilada espada. A pesar de que eran muchos más, los ogros acabaron dando por perdida la batalla ante la fuerza y agilidad de sus rivales, y se rindieron arrodillándose a los pies de Momotarô, al que prometieron dejar de ser malvados a partir de entonces. Seguidamente le entregaron el tesoro que tenían guardado.

El tesoro contenía grandes cantidades de oro y plata, una capa y un sombrero de invisibilidad, e incluso un martillo mágico, que hacía aparecer monedas de oro cada vez que era golpeado contra el suelo. Momotarô y sus amigos animales cargaron el tesoro en la barca y regresaron a casa, donde en compañía de los dos ancianos, vivieron felices y en la abundancia.


Fuentes

Wikipedia (en inglés)

El Redestopista en Japón



Notas:

  • El nombre Momotarô puede traducirse como "Juanito Melocotón". Momo 桃 significa melocotón en japonés, y Tarô 太郎 es uno de los nombres propios más habituales, similar a "Juan" o "Pedro" en español.
  • La comida que se lleva Momotarô consigo y que le ofrece a los animales son kibi-dango 黍団子, una especie de bolas de harina de arroz hervidas.
  • Parece ser que, en la historia original, o al menos en las versiones más antiguas, Momotarô no nace de dentro del melocotón, sino que es engendrado de forma natural (ya sabéis... las abejitas, las flores y todo eso XDD) por los dos ancianos, que ya no son ancianos, sino que han rejuvenecido milagrosamente al comer un trozo del melocotón gigante. La versión que ha llegado a nuestros días, esta que os he contado, data de la era Meiji (1868-1912). Cuando el cuento fue incluido en los libros de texto infantiles de la época, y debido a las influencias culturales occidentales que ya por entonces empezaban a entrar en el país, este contenido sexual fue suprimido, introduciéndose en su lugar el detalle de hacer surgir al niño de dentro del melocotón.
  • La leyenda de Momotarô está fuertemente ligada a la región de Okayama, de donde se cree que es originaria. La Isla de los Ogros (Onigashima 鬼ヶ島) se asocia por lo general con Megi-jima, una isla del Mar Interior cercana a la ciudad de Takamatsu.

Y con este cuento, doy por cerrado el blog hasta septiembre (aunque puede que actualice una vez a mediados de agosto). Sed buenos, pasad unas felices vacaciones... ¡y no cambiéis de canal! ;-)




15 Comments:

Anónimo dijo...

Anda, yo conocía una versión de este cuento, es casi igual, pero se diferencia en algunas cosas importantes y es más largo.

Que tengas unas buenas vacas Katsu! ^^

Madam Beus dijo...

Vaya, me suena muchísimo el comienzo de este cuento, el encuentro con el melocotón y el niño. Aunque no me sonaba lo de la lucha contra los ogros, creo.

Qué raro, no sé por que´me suena.

Está muy chulo, me encantan los cuentos japoneses. Si no recuerdo mal la primera vez que comenté en este blog fue en un cuento japonés, y también tenía ogros de colores ^_^

Felices vacaciones!

Madam Beus dijo...

Ah! Fantástico el dibujo de Marina-chan :D

河曲勝人 - Kawano Katsuhito dijo...

Ahora que lo dices, Kei, acabo de editar el post para añadir un par de apuntes culturales más que antes, con las prisas por publicarlo, me había dejado en el tintero... ¿por casualidad es esa la versión del cuento que tú conocías? ;-)

Beus, no es raro que el cuento te suene, aunque no lo recordaras entero. Es un auténtico clásico y probablemente el cuento japonés más conocido en Occidente.

Y desde luego, Marina-chan esta vez se ha lucido con la ilustración, le ha salido genial. Aunque ella dice que no le convence cómo ha quedado el dibujo, pero a mí me encanta... es un cambio de estilo impresionante, y una ilustración realmente conseguida y muy apropiada para la historia. ^_^

Semi_Lau dijo...

Momotarô, qué recuerdos ^^ Sabes, conocí a un chico japonés que se llama Tarô y el pobre se trauma un poco porque siempre le ocurre lo de: "Anda, ¿te lamas Taro? Como Momotaro!" ^^U Pobre.
¿Ese dibujo es de Marina? Uauh, le quedó de maravilla para ilustración de un cuenta tradicional, ¡menudo arte tiene!

Anónimo dijo...

yo también lo conocía, es bastante famoso por occidente, por lo visto ^^


un dibujo precioso, Marina ;)

Deka Black dijo...

'Anda1 Stan sakai dedico un numero del comic de Usagi a contar la leyenda de.. Momo-Usagi-Taro :P Y en GoGo Sentai Boukenger tambien versionaron la historia (a Akashi le tocos er la abuela! xddd)

Chuck Draug dijo...

Yo también creo que es el cuento japonés más famoso en Occidente. Muy conocido y, de hecho, me hizo esbozar una sonrisa el encontrar este cuento versionado como Momo-Usagi-Tarô por Stan Sakai (tal y como indica Deka Black).

Y es cierto que Tarô es un nombre muy común en Japón. He visto muchos "-taro" en varios sitios... y no hablo sólo de Hamtaro. xD

Y la ilustración de Marina es muy buena. Hay que decir que me ha sorprendido bastante. :)

Shirayuki Hanami dijo...

Si, muy bonita la ilustracion, Marina-chan!!

Y el cuento es muy bonito, con moraleja del tipo las adversidades o los objetivos comunes unen a la gente, y mejor un grupo con gente diversa para enfrentarse a los retos... Y tiene final feliz!!!

Marina dijo...

Sois gente rara, a mi sigue sin gustarme mucho el dibujo XD

La historia yo la conocia solo a medias, es el tipo de historias que recuerdo el principio pero no el final. Y por suerte y por sorpresa, este cuento acaba bien!

Ah, buen viaje y que te lo pases muy bien en tus vacaciones!! ^^

Sinkim dijo...

Hay que reconocer que sí que es una historia conocida, ha salido hasta en tebeos :-D

Zanthia Khalá dijo...

Me encanta ese cuento ^^ muy guapo, Katsu

Anónimo dijo...

Jo, pues debo ser la única que no lo conocía XD Está bien eso de la armonía entre los animales ^^

Y bueno, respecto a las notas sobre el cuento, cuánto daño hicieron los occidentales en Japón, cuánto...

El dibujo está precioso, muy currado, Marina. Me gustan mucho los colores ^^

Hasta pronto!

Anónimo dijo...

Un post maravilloso, y muy buena idea lo de poner notas.
Por cierto, el tipo de dango que Momotarô lleva y que es famoso en este cuento es exactamente kibi-dango (una variedad típica de Okayama, por supuesto).
Saludos :)

河曲勝人 - Kawano Katsuhito dijo...

Tatenori, muchas gracias por tu comentario y por la aclaración sobre los kibi-dango (ya he editado el post para incluirla).

¡Me alegra que te parezca una buena idea lo de las notas culturales! Me pareció que serían un buen complemento a los cuentos, mejor que simplemente limitarme a recopilar las historias sin más.

Un saludo y espero seguir leyéndote por aquí de vez en cuando. ^^

 

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